Consejos sobre cómo cuidar las gafas de sol

¿Cómo cuidas tus gafas de sol? Aunque no lo creas, las gafas son artículos delicados que requieren de unos cuidados y de un mantenimiento mínimo para que se mantengan como nuevas durante mucho tiempo. Debemos prestar atención tanto a la montura como a las lentes, sobre todo a estas últimas ya que son más delicadas y en caso de que se dañen, las gafas perderán por completo su eficacia.

Durante la época estival usamos mucho más nuestras gafas de sol ya que son fundamentales para proteger nuestros ojos de la radiación solar. Además, cuando estemos en la calle, iremos más cómodos y a gusto. Esto quiere decir que las llevamos a todos sitios desde a la piscina y a la playa hasta al campo, para conducir, para hacer deporte, para tomar algo en las terrazas…

Ahora viene la gran pregunta ¿Qué haces cuándo te las quitas? ¿Cómo las guardar? ¿Dónde las dejas? En muchas ocasiones las guardamos en el bolso sin meterlas en su bolsa o caja protectora. Otras veces las dejamos en la toalla con el peligro que eso implica, pisarlas. También las solemos dejar encima de la mesa y siempre acaban en el suelo.

Desde Venice Eyewear queremos ofrecerte una serie de consejos súper sencillos para mantener tus gafas de sol como si fueran nuevas. ¡Toma nota!

Tips para cuidar tus gafas de sol

• Limpieza. ¿Cuántas veces has limpiado las gafas con la camiseta o con un pañuelo? Todos sabemos que esa no es la forma correcta. Lo mejor para limpiar las lentes de las gafas de son con agua y secarlas con la bayeta de microfibra que viene con ellas. Si están muy sucias, podrás echarlas un poco de jabón neutro. No se recomiendan limpiarlas en seco porque si tuvieran restos de polvo o arena, se corre el riesgo de que se rayen.
• Guárdalas en su funda. Dejar las gafas de sol en cualquier sitio o meterlas en el bolso directamente conlleva sus riesgos como que las lentes acaben rayadas con las llaves o que las monturas acaben con algún deterioro y futura rotura. De hecho, si las dejas encima de la mesa, las gafas se pueden caer y romperse. Lo mejor es guardarlas en su funda siempre que no se usen.
• No las dejes al sol. Evidentemente, las gafas nos protegen del sol y están pensadas para que aguanten las altas temperaturas, pero no podemos dejarlas directamente al sol o a altas temperaturas directamente cuando no las estamos usando. Un claro ejemplo, cuando dejas tus gafas de sol en el salpicadero a todo el calor. Esto puede acabar deformando las monturas hasta el punto de que pierdas efectividad.

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